Valcárcel y la sinfónica cierran las jornadas de clausura del 150 aniversario unionense

Más de 3.000 personas han pasado por La Unión en los últimos nueve días para celebrar la efeméride del municipio

La Unión, 13 de noviembre de 2010. El presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y un concierto extraordinario de la Orquesta Sinfónica de la Región pusieron ayer el broche final a las Jornadas de Clausura correspondientes a los Actos Conmemorativos del 150 aniversario de La Unión, que durante nueve días han colmado el municipio de actividades culturales y sentidos homenajes.

Valcárcel inició su discurso afirmando que "un pueblo que no conoce su historia no puede comprender el presente ni construir su porvenir", de ahí que al recordar el orgullo de los unionenses por su 150 aniversario y su decisión de recuperar las minas como polo cultural y turístico, no dudara en señalar que La Unión se encuentra "en la vanguardia de los municipios de la Región".

El jefe del Ejecutivo murciano también destacó el trabajo y la constancia del alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, y de su Corporación, por haber situado de nuevo al municipio en el primer plano, razón por la que indicó que "La Unión siempre tendrá el respaldo de la Comunidad Autónoma".

Por su parte, Francisco Bernabé hizo referencia a los actos conmemorativos que se vienen celebrando en el municipio desde el 1 de enero de 2010 –mismo día en que se constituyó el nuevo Ayuntamiento, en 1860-, entre los cuales sobresalen la inauguración del Parque Minero, con la mina Agrupa Vicenta a la cabeza, y las Bodas de de Oro del Festival Internacional del Cante de las Minas.

El primer edil unionense mostró gran satisfacción por el hecho de que "más de 3.000 personas hayan pasado por el municipio para celebrar esta efeméride", apelando, asimismo, al trabajo duro y al sacrificio de los ciudadanos para salir de la actual crisis económica, por lo que reivindicó "honor y memoria para La Unión".

Tras las intervenciones de las autoridades, la Sinfónica ofreció un concierto extraordinario dirigida por Leonardo Martínez Cayuelas, en el que interpretó obras tan conocidas como la obertura de "Guillermo Tell", de Rossini; la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorák; "La alegría de la huerta", de Chueca; y "El tambor de granaderos", de Chapí.

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