El Museo del Cante de las Minas de La Unión alberga, desde hoy, el certificado de la UNESCO que declara el flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, así como el busto de uno de sus principales valedores, el cantaor unionense Pencho Cros, único ganador de tres Lámparas Mineras en el Festival Internacional del Cante de las Minas.
Así, el certificado de la UNESCO se encuentra entre las cuatro paredes del museo después de que el presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, le hiciera entrega del mismo al alcalde de La Unión y presidente ejecutivo de la Fundación Cante de las Minas, Francisco Bernabé, con ocasión de su visita al municipio para participar en el Vía Crucis por la sierra minera.
La mina 'Agrupa Vicenta' se erigió en el escenario elegido para inmortalizar esta entrega, toda vez que fue precisamente ahí, en el interior de una mina, donde se gestaron los 'Cantes Mineros y de Levante' como la taranta, la minera, la cartagenera o la levantica, cuya máxima expresión tuvo lugar entre finales del siglo XIX y principios del XX de la mano del desarrollo minero de La Unión y Cartagena.
El acto protagonizado por Valcárcel y Bernabé puso de relieve la identidad cultural tan particular que distingue a La Unión de otras ciudades consideradas 'flamencas' merced a su binomio minero y flamenco, así como el valor de este nombramiento al que optaron 47 candidaturas de diferentes países, y que también lograron el canto de la Sibila de Mallorca, la dieta mediterránea y los 'castells' catalanes.
Por otra parte, el Museo del Cante de la Minas también alberga, desde hoy, el busto del mítico cantaor local Pencho Cros, una pieza de 55 por 38 cm. que realizara en 2001 el escultor unionense Galo Conesa y que ha pasado los últimos años en el Antiguo Mercado Público, la 'Catedral del Cante'.
El alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, y la propia familia del artista flamenco se han encargado de inaugurar con su presencia la nueva ubicación de esta escultura con la que queda inmortalizado el inconfundible gesto del maestro en sus últimos años y que preside, a partir de ahora, la entrada de este Museo para deleite de vecinos, visitantes y aficionados al arte flamenco.
