La Unión, 07 de septiembre de 2010. El director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Pedro Antonio Ríos, ha puesto hoy de manifiesto su deseo de "demostrar con hechos que se puede caminar en la línea de un compromiso para una recuperación de la Bahía de Portmán y de la Sierra Minera de La Unión que tenga perspectivas de futuro en el corto y medio plazo".

Ríos ha hecho estas declaraciones en el marco de la visita que ha realizado a la pedanía unionense de Portmán, donde se ha presentado la segunda fase del proyecto piloto para la recuperación de los suelos contaminados de la bahía, una acción que realizan técnicos de la Universidad de Murcia y en la que el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino invertirá más de 3,5 millones de euros.

Según ha explicado, "la ampliación de este proyecto piloto va a encontrar la continuidad deseada en el informe de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y gestión de residuos que debe realizar la Dirección General de Evaluación y Calidad Ambiental –con cuyos técnicos nos reunimos mañana, a las 17.00 horas-, así como en la convocatoria, el próximo en enero, de la comisión de seguimiento".

Ríos, que ha estado acompañado por la Jefa de Demarcación de Costas de la Región, Paca Baraza, y por miembros de la Corporación Municipal unionense, ha indicado que "la Comunidad Autónoma me consta que ya está realizando la EIA de su actuación en el proyecto -la construcción de la zona portuaria-, y el objetivo será que la inversión para todo esto se vea reflejada en los presupuestos de 2012".

Sin embargo, ha advertido que "la situación económica no es igual hoy que hace tres años, y quizá la ejecución del proyecto –no en el plazo de ejecución de las obras, que deben realizarse de una vez, sino en el pago- tenga que hacerse en más de dos o de tres anualidades, una financiación que estamos gestionando y estudiando técnicamente".

El proyecto para regenerar la bahía consiste, primeramente, en la retirada de mineral hasta recuperar 250 metros de costa y su traslado hasta la corta minera de San José, acción que compete al Gobierno central; la construcción después de un puerto deportivo complementario al pesquero, del que se encargaría la CCAA; y la inertización para usos de continuidad del poblado, como el desarrollo zonas de playa, jardines o áreas de equipamiento, que competería realizar al Ayuntamiento.

En este sentido, Ríos ha dicho que la iniciativa "parte de una experiencia que no existe en España, como es el compromiso de la Administración central, la Comunidad Autónoma, Ayuntamiento y la comunidad científica con organizaciones vecinales y reivindicativas", ocasión que ha aprovechado para decir que se va a buscar también la participación de la empresa Portmán Golf S.A., última propietaria de la explotación minera en la zona.

SEGUNDA FASE DEL PROYECTO

El objetivo conjunto del proyecto piloto para la recuperación de los suelos contaminados de la Bahía de Portmán, que lleva a cabo una docena de técnicos de la UMU, es realizar las investigaciones necesarias para la caracterización de los sedimentos contaminados que cubren la bahía y determinar los métodos más adecuados para llevar a cabo el proceso de descontaminación de los mismos.

Según Mª José Martínez, profesora del Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología, la primera fase del proyecto, en la que se invirtieron más de 5,3 millones de euros, permitió estabilizar el suelo en una superficie de 118.500 metros cuadrados; dos parcelas experimentales; la construcción de una nave laboratorio de 525 metros cuadrados; y la construcción del paseo con mirador de 300 metros de longitud.

Por su parte, la segunda fase contará con un presupuesto de 3.509.748 euros y contempla tres actuaciones a realizar en los próximos 12 meses, como son la ampliación del tratamiento de estabilización mecánica de suelos en un área de 11.000 metros cuadrados; y la ampliación del paseo en 100 metros para enlazarlo con el poblado de Portmán.

Asimismo, se dispondrá de una parcela experimental de 7.200 metros cuadrados en la zona sur de la bahía para realizar tratamientos de inmovilización in situ de los metales pesados mediante vía fisioquímica, disminuyendo la movilidad de los contaminantes.