Como cada año, el Festival Internacional del Cante de las Minas rinde homenaje a los mineros, aquellos obreros que formaron parte de la historia de La Unión y que trabajaron en su tierra bajo las duras condiciones laborales de la época.
Es un guiño a su historia y a sus gentes que no falta tampoco en esta 60 edición. Este año, será Francisco Casanova Sánchez quien recogerá el reconocimiento al minero. Comenzó a los 14 años a acarrear capazos de mineral de una galería a otra, hasta que a los 18 ya tenía la edad necesaria para trabajar en la mina. Así, estuvo en Lo Veremos de El Garbanzal, El Huerto, la Mina Cierva, La Ocasión y San Rafael de El Gorguel.
Las secuelas de los 22 años que dedicó a la minería se mantienen ahora, a sus 77 años, en una voz enmudecida por un cáncer de garganta que le abordó a los 35 años y que le llevó a sufrir varias intervenciones.
Le retiraron a los 40 años. Afirma que este conocimiento que se le da en La Unión “es un agradecimiento muy grande”. “No me lo esperaba”, confiesa, a la vez que no duda en mostrar el amor que le tiene a su tierra, la que ve ahora “con otro tono”.
El homenaje a la viuda del minero es para Francisca Ortiz Martínez, cuyo esposo Sebastián Morales Bayona estuvo trabajando durante 25 años en la minería y murió en septiembre de 2019.
Entró en la actividad a los 14 años y se dedicaba a poner barrenos y cunetas en las minas. Le retiraron a los 39 años, con un grado III de silicosis que mantuvo hasta su fallecimiento. La familia recuerda el “orgullo” que suponía para él haber sido minero, a pesar de la dureza del trabajo; un trabajo del que no le gustaba hablar mucho por todo lo que había vivido.
“Estamos contentas por este reconocimiento porque se lo merece. Me hubiera gustado que lo hubiera recibido él, porque tenía mucha ilusión de tenerlo, pero lo recogemos en su nombre”, señala Rocío Morales Ortiz, hija del minero.
El homenaje a ambos tendrá lugar el próximo 29 de julio a las 20h en la Plaza Joaquín