Destaca asimismo que el reconocimiento al Festival "se extiende por toda la tierra del cante, por toda España, supera fronteras y su notoriedad abarca a todo el mundo"
El presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, elogió esta noche al Festival Internacional de La Unión por "convertir en multitud el cante minero que surge en la soledad de la cueva".
Valcárcel, quien se declaró "inmensamente honrado y profundamente agradecido" por su elección como pregonero del certamen, pronunció el pregón de la 50ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de la Unión, al que definió como "emblema cultural no sólo de la Región de Murcia, sino de toda España".
El jefe del ejecutivo murciano recalcó que "en La Unión, el flamenco no se interpreta, no se repite ni se recuerda; en La Unión, se asiste, una y otra vez, a su nacimiento, a su principio dramático, electrizante, doloroso incluso".
Y todo ello, justificó, porque "el cante minero está hecho con la materia amarga y humana del lamento; es más, me atrevería a decir que el corazón del cante alberga lo más íntimo e insobornable del minero: la queja".
Sobre la localidad que desde hace 50 años acoge el festival, Valcárcel señaló que "La Unión, como todos los grandes pueblos, es un relato hecho de la materia singular de cada una de las voces que la han vivido y cantado", y apuntó que el sonido de sus cantes "es un sonido robado a la minas; en sí mismo, es pura interioridad que todavía conserva el olor a tierra, el tacto húmedo de la roca".
Asimismo, recordó que "el reconocimiento al Festival no se circunscribe a este bendito rincón de España, sino que se extiende por toda la tierra del cante, por toda la Nación; es más, supera fronteras y su notoriedad abarca a todo el mundo, allí donde lo español es tan conocido como admirado".
Tuvo, igualmente, palabras de alabanza hacia el antiguo Mercado Público de La Unión, la llamada 'Catedral del Cante', "un monumental recinto convertido en el faro de la cultura murciana en el estío; en un referente internacional del sentir profundo, del pálpito ancestral de una sierra minera, de los vecinos de aquellos pueblos del Garbanzal y Las Herrerías que se unieron en 1868 para abrir el prometedor futuro de esta villa".
Valcárcel evocó aquel 13 de Octubre de 1961, "cuando el empeño del entonces regidor de La Unión, Esteban Bernal Carrasco, y de otros hijos destacados de esta ciudad como el inolvidable Asensio Sáez, Pedro Pedreño Pagán y Manuel Adorna, hicieron posible la puesta en marcha de este Festival".
El mejor lugar posible para vivir el flamenco
Una fecha emblemática, la de esa primera edición, en la que "resultaba difícil prever que el Cante de las Minas sería -como lo es- el mejor lugar posible para vivir el flamenco en su proximidad, de una manera casi tangible, como si se tratara de una realidad no mediada, que se ofrece directamente, en toda su crudeza", remarcó.
"En La Unión se sabe –por historia y casi por genética- que una de las pocas formas de hacer más ligero, más llevadero, el dolor es darle nombre a través del cante", abundó.
En este cincuenta aniversario del Cante de Las Minas, el jefe del Ejecutivo regional incidió en que "la importancia de un evento como éste no ha de ser medida exclusivamente por la brillante y emotiva historia que ha escrito en este medio siglo de vida, sino, además, y, sobre todo, por el enorme futuro que este gran patrimonio es capaz de proyectar".
Tras rendir "merecido homenaje a todas las personas que, con su esfuerzo y su amor por el flamenco y La Unión, han sacado adelante este proyecto, incluso cuando los vientos no soplaban a favor", Valcárcel señaló que "es hora de mirar hacia delante y de convencerse de que lo mejor está todavía por venir".