Tal y como ya se hiciera en los inicios del festival, cuando se celebraba en la terraza Argüelles o en los jardines del cine Mery, y posteriormente en el Antiguo Mercado Público con el trabajo de los artistas locales capitaneados por el gran Asensio Sáez, ahora es el artista y escenógrafo Esteban Bernal quien recoge el testigo de su profesor y maestro para llevar a cabo una intervención artística en el patio de butacas de La Maquinista de Levante, donde se va a celebrar este año la LX edición del Festival Internacional del Cante de las Minas.
La intervención, de la que es comisario el propio Esteban Bernal, ha sido presentada esta mañana en el Salón de Actos del Ayuntamiento de La Unión, y ha contado con la presencia de los artistas locales, Pedro López Milán -alcalde de La Unión y presidente de la Fundación Cante de las Minas-, y Elena José Lozano Bleda -concejala de Cultura del Ayuntamiento de La Unión-.
Cinco artistas, cinco visiones diferentes
Los artistas elegidos han sido Julia Bermúdez, Rosario Gijón, Francisco Guerra, Ana Larios y Antonio Darío Martínez, de los que Bernal destacaba que “son cinco artistas unionenses, todos ellos han estudiado Bellas Artes, están debidamente formados y tienen diferentes perfiles, diferentes trayectorias; por lo que conocemos ya de sus bocetos justifica que haya cierta expectación”.
Cinco artistas que comparten juventud, amistad y que, como declaraba el alcalde de La Unión y presidente de la Fundación Cante de las Minas, Pedro López Milán “comparten el amor y y ese sentimiento por el municipio de La Unión y por este gran evento cultural, que es el Festival Internacional del Cante de las Minas”, pero cuyas trayectorias y formas de expresión son muy diferentes; cada uno de ellos realizará una de las obras que podrán disfrutar los asistentes a la primera edición presencial del festival tras la pandemia.
La Maquinista de Levante recoge el testigo de los jardines Mery
La Maquinista de Levante, lugar donde se celebrará este año el LX Festival Internacional del Cante de las Minas, presenta el mismo problema que los primeros escenarios; su comisario declaraba al respecto que “esta intervención está unida a los inicios del festival, primero en la terraza Argüelles y posteriormente en el cine de verano Mery, donde había un problema y es que era muy grande y perimetralmente quedaba muy desolado”. Un problema que a su vez se convierte en una oportunidad para, según Esteban Bernal “mostrar que La Unión sigue viva generando artistas que, con sinergias y colaborando, pueden transformar un espacio de manera estupenda”.