Diez meses de trabajo en el Centro de Restauración de la Comunidad Autónoma han permitido devolver a la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de La Unión, toda la expresividad con que fue concebida por su autor, el artista ciezano Manuel Juan Carrillo Marco, en el año 1946.
La consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, Carmen Conesa, que hizo entrega de la obra al párroco del templo al que da nombre la talla mariana, Ginés Vicente, y al alcalde de la localidad, Joaquín Zapata, destacó que "hay casos, como este, en el que además de los valores artísticos e históricos, hay que tener muy presente el devocional, y es algo que en el Centro de Restauración también se valora a la hora de devolver a una imagen su ser en la forma más aproximada al original y al fin para el que fue encargada y tallada".
La Virgen del Rosario, como patrona de La Unión, cuenta con gran devoción en la localidad. Es una escultura de 170 centímetros de altura, que representa a la Virgen con el Rosario en la mano derecha y con el Niño Jesús sobre el brazo izquierdo, que le ayuda a sostener el rosario con ambas manos. Las dos figuras están policromadas y estofadas y María se encuentra en pie sobre una nube plateada que, a su vez, descansa sobre una pequeña peana de madera, de base octogonal, policromada y corlada.
Una de las intervenciones más importantes que se ha realizado ha sido la de consolidación de la capa de preparación y pictórica como consecuencia de la pérdida de adherencia del aglutinante adhesivo antiguo, lo que implicaba un peligro alto de desprendimiento. La tarea se ha realizado con la aplicación de cola orgánica, afín a la antigua cola.
También se ha llevado a cabo la consolidación del soporte de madera, que tenía grietas longitudinales provocadas por los movimientos de los tres bloques de los que se compone la escultura y por las alteraciones de los niveles de humedad relativa del ambiente en el que se situaba la obra, lo cual se ha realizado sellando esas grietas con madera de baja densidad y con pasta de madera sintética.
La reintegración volumétrica se ha terminado con el estucado de sulfato cálcico y cola orgánica, para posteriormente reintegrar la policromía con colores al barniz. A continuación, se llevó a cabo la limpieza química de toda la obra con disolventes y geles apropiados, según las últimas técnicas utilizadas, y la reintegración cromática diferenciada que ha tenido lugar por casi toda la obra.
En la nube se ha respetado la poca capa de plata original que le quedaba y se han reintegrado las lagunas con plata fina, integrada de forma homogénea en el conjunto.
En cuanto a la capa final de protección, se ha realizado con barniz satinado en su esencia, especialmente en los rostros y carnaciones, lo que le confiere un tono de calidez y realismo a los expresivos rostros, especialmente al de la Virgen, de quien dijo el autor, antes de morir, que la consideraba como su madre.